jueves, 14 de enero de 2010

'About Café Tacvba' por Moisés R. Rios

Introducción.

     La música es una forma de expresión con la cual casi todo ser humano se ha sentido identificado, por lo cual considero importante un análisis que sirva como referencia para entender ciertos procesos culturales.
En las siguientes páginas me dispongo llevar a cabo un análisis de una agrupación, que por su trabajo en la difusión de la cultura, considero de suma importancia para comprender la interacción que manejan los individuos con la música y las representaciones simbólicas que de esta emanan, principalmente entre los jóvenes, quienes son los que mayoritariamente gustan de estas expresiones de cultura.


Antecedentes.

     Porque es muy distinto hablar de rock mexicano y rock hecho en México, el rock mexicano es aquel que expresa el contexto en el que se desarrolla, aquel donde las letras hablen del sentimiento propio de un mexicano, en cambio el rock hecho en México es aquel que surge como la imitación de un sonido extranjero y no por esto trato de desacreditarlo, ya que es cierto que una de las formas en que la cultura se aprende es por imitación y eso dará como resultado una abducción y finalmente una apropiación de la cultura. Guillermo Bonfil nombra a este proceso cultura apropiada, y lo describe de esta forma: “Se forma cuando el grupo adquiere la capacidad de decisión sobre elementos culturales ajenos y los usa en acciones que responden a decisiones propias. Los elementos continúan siendo ajenos en tanto el grupo no adquiere también la capacidad de producirlos o reproducirlos por si mismos.”
Dentro de los pioneros del rock mexicano se encuentran personajes tales como Jaime López y Rockdrigo González quienes bajo el nombre de rockeros rupestres empezaron todo un movimiento con varias expresiones culturales dentro de las que se encontraban obviamente la música pero también la plástica. Un movimiento que seguía con el mismo espíritu que el de su similar en Norteamérica, una actitud de rebeldía heredada por la raza negra, oprimida por otra raza que por tener distinto color de piel creen tener la autoridad suficiente para mandar por sobre otros individuos. Solo que en este contexto la represión era ejercida por un sistema capitalista que prometía un mejor futuro y caía sobre el proletariado y especialmente en los jóvenes que encontraron en estas canciones símbolos con los cuales poder identificarse.
Los temas mas recurrentes eran los heredados por los corridos norteños que guardan cierta similitud con el ritmo del rock, canciones que hablan del desamor y de los ajustes de cuentas, las peleas por una mujer, los viejos héroes revolucionarios y las peripecias que tiene que aguantar un habitante de las grandes urbes.
Las ciudades apenas empezaban a modernizarse para estar a la par de otras grandes capitales extranjeras. Este proceso de modernización no respeta a nadie y no se toma su tiempo, por lo cual gran parte de la sociedad no podía competir con ciertas exigencias venidas por las nuevas necesidades de un sistema en crecimiento.
Dentro de este contexto se empezó a desarrollar el rock mexicano que desde un principio sufrió de la censura impuesta por un gobierno temeroso del poder mediático de un movimiento de tales proporciones.
Y es que regularmente cuando uno asiste a un recital o sigue cierta agrupación es en parte por que se comparte cierta ideología y si esa ideología es una protesta en contra de un sistema que ve amenazado su estabilidad es obvio que se actúe de un modo para desacreditarlo y poner en la lupa a todos los integrantes de dicho movimiento. Probablemente por eso es que un festival como el de Avandaro haya tenido tan mala publicidad, por que se empezaba a reconocer el poder que ésta gente llegaba a poseer.
Unos cantos para nada nuevos, repito, con muchas similitudes con esos corridos o las baladas rancheras y canciones tristes propias del folclor mexicano.
Este mestizaje es una característica propia del movimiento rock no solo de nuestro país sino de Latinoamérica en general. Al mezclar ritmos típicos de cada región la música llega a tener otro significado, se enriquece el anecdotario musical y principalmente se obtiene un producto que mezcla varias culturas que a simple vista podrían no tener puntos de encuentro, pero una vez que tenemos el resultado final resulta sumamente grato.
Pues bien, después de una constante lucha para que se facilitaran los espacios necesarios para la difusión de ésta música, se logra poco a poco reprimir la censura y el rock comienza a ser transmitido en ciertos medios que antes se negaban a transmitirlos. Y así agrupaciones como las de Heavy Nopal y el Tri encuentran en el rock una forma de negocio que llamó la atención de disqueras que hasta ese momento se sentían recelosas y sin muchos ánimos de apoyar a ese movimiento.
Y es entonces cuando gracias a la difusión de videos musicales emprendida por la cadena de televisión norteamericana llamada MTV que se logra el reconocimiento popular del movimiento. Aunque la escena rock en un principio luchaba concretamente contra ciertos poderes capitalistas es cierto que de no haber “torcido el brazo” (como vulgarmente se dice) el movimiento no hubiera tenido la difusión que en este momento goza.
“Al margen de la industria cultural, de las imágenes fugaces de la sociedad del espectáculo, de los cantos sirénicos de las corporaciones culturales y políticas, el rock de México todavía es joven y rebelde” menciona José Othón Quiroz Trejo con respecto a la visible industrialización del movimiento. Pasó de ser una manifestación clandestina a estar sonando en las radios y televisiones del país, pero siempre manteniendo un compromiso ideológico con sus seguidores.


Café Tacvba y su música.

     Con este nuevo pensamiento nuevas agrupaciones comienzan a desfilar en la escena musical, y es precisamente a finales de los ochenta y a punto de que un movimiento denominado rock en tu idioma se alzara, una agrupación en ciudad satélite sueña con tocar música como agrupaciones inglesas o norteamericanas. Me refiero a Café tacvba, integrado por Rubén Isaac Albarrán Ortega, Emmanuel Del Real Díaz, José Alfredo Rangel Arroyo y Enrique Rangel Arroyo. Grupo que después de casi 20 años de carrera y 8 trabajos discográficos sigue siendo una referencia importante dentro del rock mexicano.
Guillermo Orozco Gómez menciona que “uno de los grandes aciertos de los estudios culturales es dejar atrás la concepción tradicional de alta cultura que soslayaba y minimizaba las expresiones populares de cultura.” En este sentido, la agrupación decide voltear la mirada hacia expresiones culturales populares y que hasta esa fecha habían sido muy poco explotadas por la escena rock. Esto tras intentar crear un sonido influenciado por agrupaciones como The Smiths o Violent Fems sin ningún resultado positivo, ellos mencionan que lo único que lograron fue hacer una burda copia de esas bandas.
Era claro que la infraestructura necesaria para crear música como los ingleses o norteamericanos no se encontraba en sus manos y mucho menos el sentimiento para escribir canciones como ellos. La manera de sentir y de pensar se ve influenciada también por el contexto en que uno se encuentra, es por eso que es difícil que un joven de clase media mexicana experimente de igual forma una ruptura amorosa que un joven de Gran Bretaña.
De todo esto se percataron y decidieron dar un nuevo enfoque al sonido de la banda, ahora en vez de intentar sonar como una banda europea tratarían de sonar como algo mexicano. Es ahí donde empieza un recorrido de experimentación musical que los llevaría a descubrir sonidos representativos de México, sonidos que siempre han estado presentes, pero que por el bombardeo de información del cual son presas los jóvenes no habían notado.
Precisamente la música de sus primeros trabajos discográficos es un claro ejemplo de la ideología del grupo. Ellos mencionan que en México existe una cultura mestiza que se ve reflejada simbólicamente en diferentes expresiones artísticas. Lo que hacen con su música es una extensión de esta cultura, al fusionar ritmos como el punk con otros mas tradicionales como el son, logran plasmar simbólicamente lo que como sociedad nos distingue.
Estas representaciones simbólicas adquieren un valor importante cuando un sector joven de la sociedad logra identificarse con ellas, así como mostrar interés en conocer el bagaje cultural que nos refiere la música.
Guillermo Bonfil Batalla menciona que “los símbolos son los diferentes códigos que permiten la comunicación necesaria entre los participantes de los diversos momentos de una acción.”
Al sentirse identificados con los mismos símbolos se crean lazos nuevos que terminan creando rituales entre ese sector de la sociedad. Estos rituales se pueden identificar en los escenarios donde se encuentran la mayor parte de los participantes. Bailes como el llamado Slam, la forma de vestir, de hablar y de actuar, crean una forma de organización indispensable para un ámbito cultural.
Es normal que los jóvenes sean quienes estén más susceptibles a estas manifestaciones culturales, ya que precisamente ellos se encuentran en una búsqueda de identidad personal y regularmente también de independencia. Comienzan a tomar decisiones sin el consentimiento de los padres y cuestionan frecuentemente a la sociedad y las leyes establecidas. Con respecto a esto, Joselo Rangel, Guitarrista de la banda, en una entrevista realizada por Ricardo Greene y Marisol García menciona que:” Se nos hacía mas revolucionario cuestionar al punk que cuestionar la sociedad” .
Los jóvenes hacen esto con el fin de ser aceptados a cierto grupo social donde las normas cambian y se respetan reglas distintas a las implementadas en el hogar.
Con el paso del tiempo y al experimentar con nuevos sonidos, la necesidad de exponer la riqueza musical en México fue perdiendo fuerza y el concepto de banda de rock fue mas claro, ahora que tenían la infraestructura de la que carecían en un principio era más fácil grabar las canciones que le eran imposibles crear antes.


Simbología manejada por el grupo.

     Una característica clave del grupo es el arte plástico, tomando en cuenta que tres de sus integrantes cuentan con estudios en diseño grafico e industrial y Quique Rangel (bajista del grupo) es dueño de su propia empresa de diseño que se ha encargado de realizar el arte para grupos como Instituto Mexicano del Sonido, Liquits y el propio Café Tacvba.
En todos sus trabajos discográficos encontramos que el arte acompaña el concepto general del álbum, por mencionar unos ejemplos puedo decir que la portada de su primer disco esta inspirado en composiciones de Diego Rivera, Miguel Cobarrubias y Frida Kalo. Una vez que se tiene esta referencia es más fácil comprender el mensaje del álbum en general. Ellos dicen al respecto que se trataba de una mirada al México contemporáneo, ese mismo país donde vivimos pero que pocas veces nos detenemos a observar, es por eso que suena lógica la incursión de composiciones inspiradas por esos artistas.
Otra característica de la banda es la creación de símbolos y las interpretaciones que de esos símbolos se hace. Cabe recordar que “La significación no es un concepto estático, sino un proceso activo, el resultado de una interacción dinámica entre signo, objeto y sujeto.” Un ejemplo de esto lo da un integrante de la banda cuando le preguntan sobre la relación que existe entre la canción El fin de la infancia con el libro del mismo nombre perteneciente al autor Arthur C. Clarke. El menciona que no existe ninguna relación, que realmente el se refería a una anécdota personal que tuvo con respecto de la música que se hace en México. En este caso el significado es personal y no atiende al que el autor quiso dar, sino que es resultado de las experiencias vividas y la asociación por parte del receptor del mensaje.
Otro ejemplo de la interacción de símbolos dentro de la cultura es el disco Revés. Trabajo instrumental donde la agrupación experimenta con sonidos ambientales e instrumentos regionales interpretados de una forma poco ortodoxa. Dentro del álbum se encuentra una canción titulada con el numero 2 (todos las canciones están nombradas con números), esta canción me sirvió para realizar un pequeño experimento, tomé a un individuo e hice que escuchara la canción completa, al terminar de escucharla lo abordé con una pregunta, ¿Qué te hizo pensar la canción? El comentó que en primera instancia le causó un sentimiento de miedo, persecución. Después trato de asociarlo con una experiencia que había vivido, un asalto, en medio de la noche y caminando por una calle oscura. El individuo creaba un significado propio de la melodía, basado siempre en la asociación de experiencias personales.
Uno de los integrantes que ha sobresalido por el uso de los símbolos es sin lugar a dudas Rubén Albarrán, quien disco a disco cambia de nombre creando así personajes nuevos con cada nombre diferente. Esto empezó como un juego cuando en sus primeros conciertos tocaban una canción titulada Pinche Juan, los seguidores del grupo pensaron que la canción hablaba precisamente del vocalista del grupo y comenzaron a llamarlo Juan. Esto le pareció simpático a Rubén y para cuando lanzaron su primer disco decidió incluir el nombre de Juan en los créditos del mismo. Esto trascendió cuando para sus siguientes trabajos cambiaba constantemente de seudónimos. Algunos de los nombres que ha usado son: Cosme, Anónimo Intransigente, Elfego Buendía, Massiosare, entre otros.
Claro que acompañando los nombres venia una gama de excéntricas ropas que completaban la caracterización del personaje.


Conclusión.

     La música es una profunda fuente de inspiración para cualquier ámbito de la vida, por lo cual me parece importante la difusión de ciertos proyectos que pretenden rescatar un poco el legado cultural que nos pertenece como mexicanos, uno de ellos es precisamente Café Tacvba. Agrupación preocupada por la difusión de la cultura, así como el enriquecimiento intelectual.
Es por eso que resulta recomendable adentrarse un poco más a la interpretación de los mensajes y hacer un análisis mas profundo de este tipo de proyectos. Pero sobre todo recomiendo disfrutar de la música, cual sea, mientras su contenido nos inspire y enriquezca intelectualmente.





Bibliografía.

BONFIL, Guillermo, la teoría del control cultural, mimeo

GREENE, Ricardo, et al., ni maestro ni cura ni político, bifurcaciones, Santiago de Chile, 2006

LAZAR, Judith, La ciencia de la comunicación, Publicaciones Cruz O., S.A., México DF, 1995

OROZCO, Gómez Guillermo, La investigación en comunicación desde la perspectiva cualitativa, Instituto mexicano para el desarrollo comunicativo A.C., México DF, 2000

QUIROZ, Trejo José Othón, el rock mexicano y la contracultura, mimeo

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