Diario de un errata I

     Me inicie prenatalmente en el arte del error cuando mi padre, un contador cuyos mejores amigos eran "Johhny Walker", "Don Pedro" y "Mr. Torres Diez", sedujo, encamó y embarazó a la mujer detras de la gallina-botarga de "Empeños Huevos de oro".

El movil del error: Un condón de esos que regalan en los centros de salud, agujerado a la mala por alguna enfermera cuarentona resentida con la vida por nunca haber pasado por las armas de por lo menos algun encargado de mantenimiento.

Consecuencia # 1: El comico, irónico y frecuente diálogo: -Herminio, tenemos que hablar.-¿Si amor, dime que pasa?- Estoy Embarazada.-¡No me chingues!

Consecuencia # 2: Mi abuelo materno amenazando a punta de pistola a mi no-con-muchas-ganas-de-entrar-a-la-paternidad progenitor; todo en aras de un matrimonio para tapar el desmadrito del todopoderoso ojo publico de los vecinos.

Consecuencia # 3: Yo, Menester Saltinbanqui cometiendo el primer error de mi acontecer humano: Nacer.

To be continued...