martes, 24 de abril de 2012

'Swivel (Parte I)' por Moisés R. Ríos.

     A mediados del siglo XXI se dio uno de los hallazgos más increíbles en la historia de la humanidad. Los responsables de éste descubrimiento, aterrados al mismo tiempo que emocionados no dudaron en dar rienda suelta a su nueva revelación. Después de múltiples análisis, en un laboratorio de Buenos Aires Argentina se había logrado por fin aislar una partícula de Swivel. Hasta ese entonces la teoría decía que un Swivel o eje dimensional, era la partícula más pequeña de cualquier tipo de materia, el punto cero de cualquier cosa que existiera en el universo, un conjunto de partículas que dependiendo la posición de sus ejes daban forma a los objetos físicos que se conocían. Uno de los primeros experimentos realizados con estas partículas consistía en descifrar el significado de la inclinación de dichos ejes. Se descubrió que las partículas no solo daban forma al universo en el plano espacial, sino que de alguna manera ellas guardaban información pre programada sobre los acontecimientos de la materia a la cual pertenecían.
     El hallazgo fue mayor cuando estos mismos estudiosos lograron encontrar conexiones a nivel energético entre varios grupos de Swivel sin importar que la distancia entre ellos fuera millones de veces mayor a su tamaño, esto quería decir que los Swivel también funcionaban como un puente transmisor de energía/información entre los cuerpos que habitan el universo. Con estos descubrimientos la ciencia se encontraba en terrenos esotéricos nunca antes imaginados, era solo necesario hacer lectura de un conjunto de Swivels para conocer el destino de cualquier ser, éramos capaces de conocer nuestro futuro cuántico. Éste fue el primer error que cometí al tratar de razonar con una fuerza que rebasa cualquier tipo de entendimiento humano, la arrogancia con la que atendí semejante poder solo pudo ser castigada con los infortunios de los que he sido presa. Mi nombre es Isacc Vomihssa, soy físico cuántico en la universidad de Buenos Aires, fui uno de los personajes que ayudó al descubrimiento del Swivel, posiblemente lo más cercano a una manifestación divina avalada por la ciencia. En aquel tiempo yo tenía una familia, un hijo y una esposa, el pequeño de 5 años de edad era mi adoración. Yo, un ser mecanizado por el flujo de información que mis estudios acarreaba, veía la vida en símbolos, medidas y distancias. Era un ser calculador y frio, veía la muerte como un proceso físico sobrevalorado, no distinguía ninguna diferencia entre un cuerpo vivo y uno muerto, la misma cantidad de materia formaban ambos cuerpos. Así pensaba hasta el día del nacimiento de mi primogénito, el milagro que confirmaba la existencia de Dios en todo lo alto, aquello que rompía con todo tipo de probabilidades, una violenta fuerza de circunstancias que se veían desbordadas en un solo momento, en un solo ser, tan frágil y tan fuerte, tan valiente y al mismo tiempo poseyente de una resignación deslumbrante al encontrarse siendo escupido a una realidad a la cual el nunca eligió asistir, sin el consentimiento propio lo dejaban desnudo y propenso a un sin fin de calamidades. Alguna vez escribí un manifiesto en el cual básicamente teorizaba sobre la existencia de Dios. Hablaba de el no como una entidad, sino como una acumulación de energía, un sin fin de cuerdas que vibraban y que provocaban movimiento a otras cuerdas que a su vez se extendían por un sin fin de lugares. Esta energía debía tener un inicio concéntrico, en forma de espiral, la naturaleza está llena de espirales, de ciclos, nosotros mismos nos encontramos en grandes ciclos a lo largo de nuestras vidas, ciclos que en todos los casos se repiten en periodos de tiempos casi iguales. La naturaleza humana es tan soberbia que no logra admitir que nuestras vidas están movidas por un Sino latente que nos impulsa inconscientemente a realizar todos nuestros actos, ahora lo veo con claridad, nadie es dueño de su destino, somos solo pequeñas piezas de relojería cumpliendo una función sencilla, darle movimiento al universo. En aquel año (2057), me encontraba enfrascado en mis labores de investigación, había descubierto que los Swivels contenían una cantidad incalculable de ejes dimensionales, nosotros, pertenecientes a una realidad espacio/temporal definida, solo teníamos acceso a uno de esos ejes, es decir, podíamos ver el "presente". Con ayuda de sofisticados instrumentos logré captar señales de la existencia de estos otros ejes, lo cual demostraba la existencia de otras dimensiones. Una de las primeras características que noté en los swivels era el hecho de que al momento en que un eje dimensional ajeno a nuestra realidad era descubierto, inmediatamente cambiaba sus vibraciones y su posición. Ciego de mis deseos de información logré hallar la forma de impedir que estos ejes cambiaran su forma al ser observados... En este punto no sé si el lector logre captar la esencia del poder que tenía en mis manos con aquel conocimiento, así que trataré de explicarlo con un ejemplo: cada una de estas partículas están ligadas entre sí, lo cual significa que modificando la estructura dimensional de alguna de estas partículas también se estará alterando de alguna manera la realidad de algún ser. Pareciera que los Swivels eran conscientes de ello, y al momento en que yo descubría una ventana dimensional hacia otro tiempo de algún ser, el Swivel cambiaba inmediatamente, con esto lograba que no se alterara el equilibrio entre mi realidad y la realidad ajena. Al momento en que logré impedir el movimiento de los ejes pude ver claramente el futuro de cualquier ser humano, animal, materia, cualquier cosa que existiera en el universo. Lo que yo no sabía era que lo que vislumbraba del futuro, no era en sí mismo el futuro, era un vestigio de lo que pudo ser ese futuro, al interferir como un espectador, interfería también en la sucesión de hechos y realidades. De esto me di cuenta en uno de los experimentos en los que me encontraba analizando el futuro cuántico de un sujeto de prueba, logré descubrir dentro de las propias vibraciones de los Swivel la existencia de un futuro cáncer que terminaría por matar al sujeto de prueba. En pleno uso de mis facultades hice saber al paciente de dicha información, esperando que la noticia le obligara a tomar medidas para contrarrestar la enfermedad. Tal fue el impacto de mi noticia que al salir del laboratorio, distraído por mi revelación no prestó atención en un cruce vehicular, un móvil de energía térmica terminó arrollándolo y quemándolo por lo menos en un 87% de su cuerpo. Murió a los dos meses después de una lenta agonía a causa de las quemaduras. El espectador al conocer información sobre el futuro cuántico de cualquier ser, se vuelve factor cambiante directo, es imposible medir las consecuencias de la intromisión, lo que es seguro es que después de conocer el futuro cuántico de cualquier materia, el espectador terminará por cambiarlo de una u otra forma. Este hecho ratificaba nuevamente mi teoría sobre la ausencia real del libre albedrio, no somos más que simples títeres de una fuerza superior a nuestra comprensión. (continuará).

8 comentarios:

Unknown dijo...

se puede contactar a la persona que escribio el swivel parte 1, quien es? ami se me puede contactar en cinvestav@hotmail.com gracias

Moisés R. Rios dijo...

Hola, si, mi nombre es Moisés R. Ríos, puedes escribirme a chamoyhappy@gmail.com o buscarme en facebook como Moisés R. Ríos, saludos.

Unknown dijo...

Interesante teoría no soy físico pero intento comprender

Unknown dijo...

Interesante teoría no soy físico pero intento comprender

Unknown dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Nora dijo...

Moisés....sos un GENIO!!!

Moisés R. Rios dijo...

Hey, muchas gracias!!!

Unknown dijo...

la idea esta basada directamente en el libro Cabayo de Troya, sin embargo es una idea vieja de los 70s.